Haz click en esta portada

lunes, 21 de junio de 2010

Capítulo XX: Planeta


Tais maniobró para posar la lanzadera en la zona de aterrizaje que le señalaban por audio. Llevaban cerca de dos semanas buscando un planeta habitado. Al principio les preocupaba que además lo estuviera por gente amistosa. Ahora eso ya no tenía importancia. Podemac se moría. Necesitaba un médico.

Peter, aquel muñeco que por algún motivo Wicca trataba como a un ser humano, se había quedado sin batería. Con la apresurada huida de la Pressure todos habían escapado con lo puesto y en la lanzadera Wicca no había encontrado los componentes necesarios para fabricarle al muñeco un transformador adecuado. Por algún motivo que Tais no llegaba a comprender, enchufar aquella miniatura era tan importante para Wicca como salvarle la vida a Podemac lo era para ambos.

Y luego estaba la otra miniatura, Salma, que debía ser un modelo posterior a Peter porque todavía tenía batería, y se pasaba los días maldiciendo en arameo y observando el cuerpo inerte del diminuto abogado.

- ¿Por qué no hay ni un alma ahí fuera? - preguntó Salma con su habitual mal humor.
- Quizá tengan toda la zona de aterrizaje automatizada - contestó Tais, pese a que le parecía una pérdida de tiempo hablar con una fiscal de juguete.
- Es muy extraño que aún no se hayan dejado ver. ¿Tú que piensas, Wicca?
- Necesitamos un médico. Personalmente me da igual la pinta que tenga.

El cuerpo de quien un día fue Podemac se estremeció, pero no emitió sonido alguno. Hacía días que había dejado de murmurar mientras deliraba.

Pasó el tiempo suficiente sin que nadie estableciera de nuevo contacto como para ponerlos a todos de los nervios. Finalmente la consola emitió un chirrido y luego... Sólo audio.

- Les rogamos disculpen la espera. Hemos introducido un agente en su vehículo.

Wicca y Tais se miraron extrañados y luego miraron a su alrededor en busca del intruso. Otro chasquido y…

- Pedimos permiso para activarlo.

Salma trepó del asiento del copiloto a la consola de navegación y se acercó al micrófono, que hacía dos veces su tamaño.

- ¿Qué entienden ustedes por agente? ¿Una especie de virus? ¿Y qué pasará cuando lo activen?

Tais controló el impulso de lanzar a Salma contra una mampara de un manotazo.

- Tienes que admitir que ha sido una buena pregunta - comentó Wicca.
- Por eso no la he estampado.

Después de un chisporroteo más, la voz contestó:

- Es el protocolo con alienígenas. No les causará perjuicio alguno. Si no consienten no recibirán la ayuda médica que han solicitado.

- Yo no me fiaría un pelo de esta gente - dijo Salma.
- Adelante - dijo Tais a la voz del otro lado.
- Activando agente para cuatro formas de vida -oyeron.

El último pensamiento de Wicca antes de perder la consciencia fue que, o no sabían contar, o habían tomado a Salma por un ser vivo.

...

Una muchacha solo unos años mayor que Wicca y en apariencia totalmente humana lo ayudó a levantarse del asiento del copiloto. Era rubia, de piel bronceada y ojos azules, y vestía un mono que recordaba al de los mecánicos de los hangares de I-ventos de la Tierra. Wicca tardó unos momentos en despejarse del todo. Vio que un hombre de la edad de Tais, vestido de forma similar a la chica, lo ayudaba también a él a levantarse. Otros dos de aquellos seres tan parecidos a los humanos se estaban ocupando de acomodar el maltrecho cuerpo de Podemac en una camilla flotante.
- Yo soy Zaroa y él se llama Zeroem. Lamentamos haber tenido que anubiaros. Es el procedimiento habitual con alienígenas –dijo la muchacha rubia.
- ¿Buscabais algún patógeno agresivo para vuestra especie?
- ¿Patógeno? No. Os preparábamos para poder comunicaros con nosotros de forma fluida.
Wicca sintió un mareo y se dejó caer de nuevo en el sillón. Le costaba centrar la vista.

- Enseguida os acostumbraréis. Cuestión de minutos.
- Exactamente, ¿qué nos habéis hecho? –preguntó Tais.
Contestó el hombre que lo sujetaba.
- Ajustaros para que nos entendáis sin necesidad de usar molestos traductores. Llevamos siglos utilizando esta tecnología. Sois los primeros que encontramos que no la conocen.
- No somos de por aquí – dijo Tais, y él también tuvo que sentarse presa de un súbito mareo.
- Hemos preparado nuestro hotel para alienígenas con las comodidades propias de vuestro mundo. Podemac será llevada a nuestro hospital para alienígenas. El jefe médico ha indicado que tratará de salvarle la vida, pero posiblemente nunca recupere su anterior apariencia.
- Nos atacaron unos seres horribles. Lanzaban chorros de un líquido recombinador…
- Piratas –dijo Zaroa, lanzando a su compañero una intensa mirada.

Zeroem asintió con la cabeza.

- Desgraciadamente cada vez hay más Uzersus fuera de la ley. Se dedican a saquear naves desprotegidas. Es un problema que tratamos de solucionar. Pero aquí estáis a salvo. Si hacéis el favor de acompañarnos…


Continuará…

7 comentarios:

  1. hi iam very happy to visit your blog and we can be two friends
    my blog is cawetshok
    http://magic-car-auto.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Excelente sitio por su diversidad de temas. Felicitaciones y los invito a conocer mi plataforma web: www.bersoa.com que está combinada con blogs de blogger

    ResponderEliminar
  3. Buenos dias Wicca, muy bueno Blog ! Materias diversificadas , Elaborado Muito bem. Eu te saludo de Brasil
    Arturo

    ResponderEliminar